Estamos empeñados en crear algo para buscar la aprobación de alguien y somos lo suficientemente cobardes para no preguntarnos a nostros mismos si estamos a gusto con la interpretación de los hechos. Somos pinochos del siglo XXI. Pero yo también eh? No te sientas violento. Hablo por mi en primer lugar cuando te digo que no hay nada de lo que podamos presumir.
Y apoyar hoy significa comentar. Es todo tan virtual que estamos desvirtualizados, y vamos callando la conciencia mirando videos en youtube con Enya de fondo e imágenes en blanco y negro -que siempre es más vintage- para volver a creer en la humanidad.
Eso, o eres un cínico de los que niegan la existencia de todo lo bonito, solo para no caer en la cuenta de la pieza rota. Porque eso duele, tanto, que es mejor negar y evadir, que asumir lo que se echa de menos. Publicando: imagen de marco blanco en red social para gritar al mundo lo bonita que es mi vida y la necesidad que tengo de que me sea recordado. Proceso, completado. Mediocridad, procesada.
Te das cuenta de que las carcajadas virtuales enmascaran nuestra inseguridad, y estar realizado en tu proyecto laboral y personal es la nueva excusa para no preguntar al ser humano del que dices ser amigo mirandole a los ojos, cómo va? Necesitas compartir algo?
Cuéntame más sobre tu filosofía de vida y sobre lo claro que tienes todos y cada uno de los males de este mundo, y lo buena persona que eres porque le has dado 3€ al indigente que pide en la calle al salir de la oficina.
Cuéntame más sobre lo humano que eres. Estoy deseando oir como te engañas a tí mismo. Yo no tengo la receta de la vida, pero es que tú falta de sinceridad contigo mismo a veces es escalofriante. Discúlpame, nací así, no puedo evitar analizar todo lo que me rodea.
Cuando volvamos a hablar sobre lo sinceros y honestos que somos, recuerda que engañarnos a nosotros mismos, negarnos lo evidente, es una forma de mentir también.