martes, 12 de noviembre de 2013

Ves recogiendo, y márchate por donde has venido.



Recoge y lárgate.

Recoge tus palabras enmascaradas de falsas promesas y llenas de egoísmo y márchate de mi vista. Olvida, lo que sea que ves, sientes o te atrae hacia aquí y dirige tu mirada hacia otro objetivo burdo y simplón con el que entretener tu mente manipuladora.

No te gires a ver mi reacción y sé breve, no me gustaría gastar más tiempo contigo, no vales la pena.

Viniste con una intención clara, y decidiste maquillarla con palabras dulces y miradas tiernas, y ahora esperas que yo sonría, y pretenda mostrar un conformismo que, siento decirte, no siento en lo absoluto. No siento porque dejé que las palabras volaran y fluyeran, y todo ha volado igual de rápido que arde un pañuelo ardiendo que seca mis lágrimas.

Lárgate y déjame sola, y por favor, NO RETROCEDAS. Solo vas a encontrar reproches de mi parte. No te mereces una sola de mis sonrisas. Porque de hecho ni si quiera las querías. Lo que tu quieres, hoy en día, se regala con mucha ligereza.

Ves recogiendo, por favor, y márchate por donde has venido.

Pensión Compleja, by RM.



Antes de nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho que tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse.
Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre luz, que pinte algo los colores, que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos.

Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte nunca más.

Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundo, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez.

El espacio es tan acogedor como me permita mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcido por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes. y podrías resbalar. Yo te aviso.

El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón.

No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú.

Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviese a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican ni los recambios.

Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán mas de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal. se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo.

Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie sino a compartirte a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson.

El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobre algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura.

Dime que tienes toda la vida, y voy pidiendo presupuestos.

Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más.





RMejide.



jueves, 24 de octubre de 2013

Conoces esa sensación?

¿Conoces esa sensación de estar obsesionado con algo? Conoces esa sensación de no ser capaz de mirarte al espejo, porque cada vez que te miras miles de pensamientos de odio invaden tu mente en una lucha muerte por destrozarte? Conoces la sensación de calcular cada cosa que metes en tu boca, porque sabes que si te despistas, te tocará un castigo ejemplar? Por GORDA. Sabes lo que es tener la sensación, de que todo el mundo a tu alrededor te juzga, te mira, se ríe y te desprecia? Conoces esa sensación de no necesitar que te insulten, porque te insultas y te juzgas tu misma, cada día al levantarte?

Nunca, jamás, se te ocurra insultar a alguien por las apariencias. Jamás. Es algo que yo misma debería poner en práctica a veces, porque somos tan ligeros para juzgar. Tanto que asusta. Y lo hacemos, constantemente, sin saber si la persona a la que le dedicamos un sonoro y poético insulto, va a ir a casa a intentar trazar un recorrido en su muñeca, con algo punzante. O irá a reventar su garganta con gritos y una música de fondo a todo trapo para que nadie la oiga llorar.


                             No lo hagas, y si lo haces, asegúrate de juzgar a alguien, después de haber calzado sus zapatos durante tres días. 
Ghandi.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Carcajadas.



Cuantas veces te ríes al día? Es más, cuantas carcajadas te regalas al día? No porque alargue la vida o mejore la salud, que también. Pero cuantas veces te concedes una risa que libere, que despeje y que haga que te evadas por completo?


Hazlo, y me atrevería a pedirte que lo marques como preferencia en tu lista de tareas diarias. Haz el mono, diviértete. Querido lector, si tienes un problema dedícale el tiempo y la importancia que merezca. No seré yo quién te diga que estés en el hospital haciendo el mongolito. Pero los días de cada día, sonríe, haz el favor. Aunque no tengas ganas, la recompensa, lo vale.


Haz reír al compañero, a tu madre, a tu marido y al imbécil de clase al que no soportas. Y cuando estés hasta las cejas del mundo y de la madre que lo parió mira este vídeo y ríete.




miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Flotas o buceas?

Siempre he pensado que hay dos maneras de pasar por el mundo: flotando o buceando. Es simple. No hay matices. Puedes ir por el mundo dejando huella o no. No es como nacer con los ojos verdes o tener el físico de Irina Shayk, es cuestión de actitud.
Puedes llegar al trabajo con tu mejor cara de asco o tu mejor sonrisa. Incluso si llegas con tu más espléndida cara de asco puedes dedicarle un minuto al ser humano que se sienta a tu lado y mejorar su día, que igual, es peor que el tuyo. No todos los días uno se levanta alabando el mundo en el que vivimos y la tierra que pisamos, con un café humeante y una sonrisa de anuncio Colgate mientras suena "Fantastic World" de Love of Lesbian a modo de Banda Sonora personal. Hay días que te levantas tarde, se te cae el café en la camisa, solo hay un yogur rancio para desayunar, el tren de ida está a reventar de gente y sufre un retraso de 10 minutos .Minutos que, por cierto, ese día son de oro porque casualmente ya llevas 5 retrasos en el trabajo y empieza a ser un problema; tienes la mesa llena de tarea, está lloviendo y encima hay un 80% de humedad en el ambiente, ergo, tu pelo es lo más parecido a la melena de un ewok. Ah, y Juan el compañero te dice buenos días con la cara despejada a la par que te pregunta: "Te ha dado por remolonear hoy también, ¿eh?" A LA MIERDA.
Hay un derecho que yo bendigo y es el derecho a la pataleta. Porque seamos francos, en esa situación sonreír y tomar All Bran, no suele funcionar y es lo último que se te ocurre. Aun así dedicarle más de 15 minutos a tu cabreo es una forma muy burda de egocentrismo. Es decir, maldice tu pelo, al yogur rancio y a Juan, pero la vida, es muy suya, y no suele pararse por tus pequeñeces. Igual, sería bueno que al terminar tu jornada, vayas a la panadería de la esquina y le compres a Mamá ese pastel de manzana que tanto le gusta. Ni si quiera vayas a por un capricho para ti - es más satisfactoria la sonrisa ajena que cumplir una necesidad realmente no necesaria propia.
El optimismo generalizado pone de mal humor a cualquiera, pero el realismo optimista es una opción de vida. Puedes ir por la vida tratando de ir dando luz a los que te rodean o puedes ir en plan programa predeterminado con rutina programada y 0 incidencia social.

Tú, flotas o buceas?